Para miles de familias la Noche Buena y Navidad serán días de rutina. La falta de recursos agudizados por la contingencia sanitaria por COVID-19 le impedirá.
En miles de casas habrá cena e intercambio de regalos. Sin embargo, en otros hogares no se podrá.
El reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 estableció que 474 mil 800 personas, que equivalen al 27.6 por ciento de la población, estaban en condiciones de pobreza.
De tal cantidad 415 mil 100 ciudadanos, que son el 24.1 por ciento, se ubicaron en pobreza moderada, mientras 59 mil 800, correspondientes al 3.5, estaban en pobreza extrema.
Estos últimos que viven en zonas marginadas, principalmente de Cancún y Playa del Carmen, sobreviven con menos del valor de la Unidad de Medida de Actualización (UMA), que asciende a 84 pesos.
No podrán celebrar la Noche Buena y la Navidad, toda vez que solamente el gasto de la cena para cuatro personas es de al menos 600 pesos.
Tal cantidad representa la subsistencia mínima durante una semana para las familias que habitan en “los cinturones de miseria”.
Para tal población la Noche Buena y Navidad serán días “normales”.
Tales estadísticas no consideran los resultados de la pandemia por COVID-19, y no debe perderse de vista que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Mundial de Comercio (OMC) proyectan aumento en la pobreza.
