Las pruebas a COVID-19 aplicadas recientemente a seis internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, que estuvieron en contacto con uno que le padece, resultaron negativas.
Los protocolos sanitarios se han reforzado para evitar que el virus ingrese al penal, confirmó la Secretaría Estatal de Seguridad Pública (SESP).
El interno J. A. G. S. de 29 años de edad continúa aislado y constantemente es valorado por personal de la Dirección Epidemiológica de la Secretaria Estatal de Salud (SESA).
Desde el pasado 22 de marzo dicho interno no recibe visitas y estaba aislado en al Área de Segregados II, por su Perfil Clínico Criminológico, toda vez que es reincidente. Ahora purga condena por robo con violencia y allanamiento de morada.
Y es que constantemente es valorado por el personal médico del Cereso de Chetumal pues padece Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
De acuerdo a versión de la SESP, el pasado 20 del presente fue trasladado al Hospital General de Chetumal por posible cuadro de apendicitis.
Allí también se le aplicó la prueba a COVID-19. Tras recibir atención médica fue retornado al Cereso.
Dos días después la Subsecretaría de Ejecución y Penas de Seguridad fue notificada respecto a que el interno resultó positivo a coronavirus.
Asimismo, se aplicó la prueba a seis reclusos que habían estado en contacto con él.
Los resultados determinaron que no presentan COVID-19.
Sin embargo, los protocolos sanitarios se han reforzado para garantizar la salud de los aproximadamente mil 80 personas privadas de su libertad.
La SESP destacó que el Sistema Penitenciario de Quintana Roo es reconocido a nivel nacional por las acciones emprendidas para garantizar la salud de los internos.
Por eso solo de han tenido dos internos con tal padecimiento: uno en Playa del Carmen, el cual ya está recuperado; y el de Chetumal, que está en fase de evolución.
Al estar prohibidas las visitas, los internos se comunican vía telefónica o video llamadas con sus familiares.
