PEÑA NIETO DEBÍA TENER CONTROLADOS A SUS HIJOS

Por José Atila Hernández Ruiz
El presidente Enrique Peña Nieto debía decirle a sus hijos, y en especial a sus hija Paulina, que no abran la boca y abstenerse de intentar defenderlo, sobre todo con palabras ofensivas a los mexicanos como esa niña mimada hizo, al llamarlos pendejos por protestar por el gasolinazo.
Ella habla así porque cree que por ser la hija del presidente tiene todo el derecho de ofender a los que con sus votos hicieron que su padre llegara al poder y porque tal vez crea que el cargo le durara a su padre eternamente. Se olvida, y su papa quizá no se lo ha dicho, que si no fuera por toda esa bola de los que ella llama pendejos, ella goza de todos los privilegios de que goza con toda su familia.
Paulinita, por ser la hija del presidente, es la que mas callada debía quedarse y hasta comprender a los mexicanos que con justa razón protestan por las injusticias que el gobierno que preside su padre les hace.
¿Qué diría si su papi no fuera el presidente y fuera uno más de esos pobres pendejos que tienen que aguantar las injusticias que les hacen los gobernantes por los que votaron? Seguramente no les estaría llamando pendejos a sus compatriotas sino le estaría mentotiando la madre al presidente.
A esta pobre niña, pero especialmente a su padre, les hace falta aprender de Benito Juárez García, el Benemérito de las Américas algo que dice su biografía. Dicen que en cierta fiesta, estando el indio de Guelatao, ya siendo presidente, su hija desprecio a un muchacho que la saco a bailar porque era de la “prole” como ella dice. Su padre, al ver el desaire que su hija le hizo al joven, llamo a este y obligo a su hija a bailar con él.
Aquí no se trata de que el presidente obligue a su hija a estar a favor de los mexicanos pero si a que respete a estos y su derecho a manifestarse en contra a sus decisiones.