El contexto generado tras la contingencia sanitaria por COVID-19 es aprovechado por la delincuencia.
Una empleada de conocida farmacia fue estafada ayer con 10 mil pesos, dio a conocer la Policía Quintana Roo.
Mediante una llamada telefónica un sujeto se identificó como proveedor y le solicitó el depósito de tal cantidad para la entrega de medicamentos y material de sanitización.
La mujer realizó la transferencia electrónica e informó al gerente, quien confirmó había sido víctima de una estafa.
Se solicitó el auxilio de las autoridades y todo quedó en exhorto ante el Ministerio Público (MP).
El número fue detectado en una cárcel situada en el Centro del país.
El hecho ocurrió en conocida farmacia situada en el Andador 4 con calle Tulum, de la Colonia Payo Obispo de Chetumal.
