UN LOCO INTENTA INICIAR LA TERCERA GUERRA NUCLEAR

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La ONU, Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Francia y Corea del Sur, entre otros, rechazaron la explosión de una bomba H ordenada por Kim Jong-Un.

Así dio a conocer la noticia de su sexta prueba nuclear el régimen de Pyongyang:

La detonación marca una etapa más en la campaña que el dirigente norcoreano dirige sin descanso para hacer de su país una potencia nuclear, creíble y temible.

En su camino, Kim ha ignorado totalmente las advertencias de la comunidad internacional, las sanciones económicas y las belicosas amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre posibles ataques militares.

Cuando sucedió a su padre, Kim Jong-Il, a finales de 2011, Kim Jong-Un tenía una veintena de años (su fecha de nacimiento exacta no se conoce). Los especialistas lo veían como alguien vulnerable, sin experiencia y susceptible de ser manipulado por cargos más veteranos.

Pero rápidamente dio muestras de carácter al aplastar con dureza cualquier voz discordante, incluyendo las que emanaban del más alto nivel, con una actitud agresiva y provocadora respecto a la comunidad internacional.

En 2013, ordenó ejecutar a su influyente tío, Jang Song-Thaek, acusado de traición. Se sospecha que también fue él quien ordenó orquestar el asesinato de su hermanastro Kim Jong-Nam en Malasia el pasado febrero.

También se ha mostrado dispuesto a alejarse de China, su único aliado de importancia, al descartar abandonar su carrera armamentística, a la que Pekín se opone categóricamente. Todavía no ha visitado China para reunirse con el presidente, Xi Jinping.

Tras la muerte de su padre, los observadores esperaban que el joven dirigente se apoyara en una corte de poderosos colaboradores.

Reacciones
La comunidad internacional, empezando por el presidente Donald Trump, quien denunció acciones «muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos», condenó con firmeza el nuevo ensayo nuclear, el sexto, de Corea del Norte.

«Las palabras y las acciones [de Corea del Norte] continúan siendo muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos», escribió Trump en un tuit

En enero, el presidente estadounidense ya advirtió que no dejaría que el régimen comunista de Pyongyang use misiles balísticos intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés), y el mes pasado prometió responder con «fuego y furia»

Este domingo Trump aseguró además que «Corea del Sur está descubriendo, como ya les dije, que su intento de apaciguamiento con Corea del Norte no funcionará, ¡solo entienden una cosa!».

China, el principal apoyo económico de Corea del Norte, también «condenó vigorosamente» la prueba, y pidió a Pyongyang que «cese sus acciones erróneas que agravan la situación y no sirven a sus propios intereses».

Igual que China, países como Rusia, Japón, Corea del Norte y Francia no tardaron en condenar la nueva violación de las numerosas resoluciones de la ONU, que exige el fin de los programes nucleares y balísticos norcoreanos.

Antes de que se conocieran los detalles del test, el primer ministro nipón Shinzo Abe dijo que un nuevo ensayo nuclear era «absolutamente inaceptable».

Por su parte el presidente surcoreano Moon Jae-In pidió «el castigo más fuerte» contra Pyongyang, con nuevas sanciones de la ONU, con el objetivo de «aislar completamente a Corea del Norte».

También el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a la comunidad internacional que «reaccione con la mayor firmeza» y aseguró que el ensayo nuclear «atenta contra la paz y la seguridad».

Por:
Noticiascaracol.com / AFP

La ONU, Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Francia y Corea del Sur, entre otros, rechazaron la explosión de una bomba H ordenada por Kim Jong-Un.

Así dio a conocer la noticia de su sexta prueba nuclear el régimen de Pyongyang:

La detonación marca una etapa más en la campaña que el dirigente norcoreano dirige sin descanso para hacer de su país una potencia nuclear, creíble y temible.

En su camino, Kim ha ignorado totalmente las advertencias de la comunidad internacional, las sanciones económicas y las belicosas amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre posibles ataques militares.

Cuando sucedió a su padre, Kim Jong-Il, a finales de 2011, Kim Jong-Un tenía una veintena de años (su fecha de nacimiento exacta no se conoce). Los especialistas lo veían como alguien vulnerable, sin experiencia y susceptible de ser manipulado por cargos más veteranos.

Pero rápidamente dio muestras de carácter al aplastar con dureza cualquier voz discordante, incluyendo las que emanaban del más alto nivel, con una actitud agresiva y provocadora respecto a la comunidad internacional.

En 2013, ordenó ejecutar a su influyente tío, Jang Song-Thaek, acusado de traición. Se sospecha que también fue él quien ordenó orquestar el asesinato de su hermanastro Kim Jong-Nam en Malasia el pasado febrero.

También se ha mostrado dispuesto a alejarse de China, su único aliado de importancia, al descartar abandonar su carrera armamentística, a la que Pekín se opone categóricamente. Todavía no ha visitado China para reunirse con el presidente, Xi Jinping.

Tras la muerte de su padre, los observadores esperaban que el joven dirigente se apoyara en una corte de poderosos colaboradores.

Reacciones

La comunidad internacional, empezando por el presidente Donald Trump, quien denunció acciones «muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos», condenó con firmeza el nuevo ensayo nuclear, el sexto, de Corea del Norte.

«Las palabras y las acciones [de Corea del Norte] continúan siendo muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos», escribió Trump en un tuit.

En enero, el presidente estadounidense ya advirtió que no dejaría que el régimen comunista de Pyongyang use misiles balísticos intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés), y el mes pasado prometió responder con «fuego y furia»

Este domingo Trump aseguró además que «Corea del Sur está descubriendo, como ya les dije, que su intento de apaciguamiento con Corea del Norte no funcionará, ¡solo entienden una cosa!».

China, el principal apoyo económico de Corea del Norte, también «condenó vigorosamente» la prueba, y pidió a Pyongyang que «cese sus acciones erróneas que agravan la situación y no sirven a sus propios intereses».

Igual que China, países como Rusia, Japón, Corea del Norte y Francia no tardaron en condenar la nueva violación de las numerosas resoluciones de la ONU, que exige el fin de los programes nucleares y balísticos norcoreanos.

Antes de que se conocieran los detalles del test, el primer ministro nipón Shinzo Abe dijo que un nuevo ensayo nuclear era «absolutamente inaceptable».

Por su parte el presidente surcoreano Moon Jae-In pidió «el castigo más fuerte» contra Pyongyang, con nuevas sanciones de la ONU, con el objetivo de «aislar completamente a Corea del Norte».

También el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a la comunidad internacional que «reaccione con la mayor firmeza» y aseguró que el ensayo nuclear «atenta contra la paz y la seguridad».

Tanto Macron como la canciller alemana Angela Merkel son favorables a «fortalecer» las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Pyongyang que, según el gobierno alemán, ha entrado en una «nueva dimensión» en sus provocaciones




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