Un avión de combate ruso MiG-29 se estrelló el domingo en el mar Mediterráneo mientras intentaba aterrizar sobre el portaaviones ruso Admiral Kuznetsov cerca de la costa de Siria, según el Ministerio ruso de Defensa, informa TASS.
Este organismo asegura que ese MiG-29K cayó en las aguas del mar Mediterráneo a «varios kilómetros» del portaaviones debido a que sufrió «un fallo técnico» tras realizar «un vuelo de entrenamiento».
El piloto del aparato «se eyectó» y su salud «no corre peligro», detalla el comunicado oficial del ministerio ruso. La Armada de Rusia «prosigue sus tareas» en el mar Mediterráneo.
El MiG-29K es un caza polivalente soviético de cuarta generación, capaz de despegar y aterrizar en un portaviones. Este avión de combate está diseñado para cumplir con tareas de defensa, obtener superioridad aérea y destruir objetivos en superficie y subterráneos en cualquier momento del día, entre otras funciones. Está en servicio en la Armada de Rusia y las Fuerzas Navales de la India.
Longitud: 17,3 metros
Altura: 4,4 metros
Envergadura completa de las alas: 11,99 metros
Envergadura de las alas en un portaaviones: 7,80 metros
Peso máximo de despegue: 24.500 kilogramos
Velocidad máxima: 2.200 kilómetros por hora
