LO DIJO CLARAMENTE CARLOS SLIM

Por José Atila Hernández Ruiz
Lo dijo claramente ayer el mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo: En lugar de estarle suplicando a Donald Trump que nos quiera, lo que el gobierno mexicano debe hacer es incentivar a los mexicanos para que se vuelvan empresarios y hagan de México un país poderoso.
Esa es la clave, y conste que lo dice quien todavía hasta el año pasado era el hombre más rico del planeta antes de que lo desplazara el estadounidense Bill Gates con quien constantemente está compitiendo por ese lugar.
Pero para que el gobierno pueda hacer eso que dice Slim tiene que dejar esas políticas absurdas e injustas que todavía la vida ha aplicado con las que a los ricos y poderosos les da todo y a los de la clase media les quiere quitar todo.
Tiene que dejar de darles a las transnacionales todas las facilidades que les da cuando vienen a hacer una inversión en México mientras que a los mexicanos que quieren poner un negocio los acosa con engorrosos trámites y requisitos, impuestos, multas y hasta clausuras, embargos y encarcelamientos.
Tiene que dejar de condonarles millones de pesos en impuestos a los ricos y poderosos mientras que a un pobre diablo de la pequeña o mediana empresa le cobra hasta lo más y lo multa, embarga o clausura su negocio si no cumple con tanto requisito que le pone. Esto es lo que desanima a los mexicanos a poner un negocio y por eso prefieren volverse empleados, subempleados de la economía subterránea o delincuentes.
Tiene también que dejar de querer competir con naciones poderosas a las que quiere complacer o igualar y por lo cual hace sus famosas “reformas estructurales” como la energética que en lugar de beneficiar a los mexicanos mas los perjudica.
Tiene que dejar de ver a los pobres como desvalidos a los que en lugar de ayudarlos con sus programas de ayuda los ha hecho más inútiles y parásitos como si no se pudieran valer por si mismos. Lo que debe hacer es enseñar a los de esta clase para que aprendan a pescar y no esperar que les den el pescado servido.
Pero fundamentalmente lo que el gobierno o los que integran el gobierno deben hacer es ser honestos consigo mismos y hacer las cosas con honestidad y no solo para beneficiarse ellos mismo.