HURACÁN JANET, HISTORIA DE DOLOR Y FELICIDAD

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SANTIAGO URBINA.-

Hoy 27 de Septiembre, una fecha imborrable para la Capital del Estado de Quintana Roo, Chetumal y para algunos de los pocos habitantes que aún sobreviven a la tragedia del pasó del poderoso Huracán Janet, que en el año de 1955 arrasará el entonces Payo Obispo hoy, Ciudad Chetumal, el cuál impactará con fuertes vientos de más de 200 km/h dejando aproximadamente 90 muertos y decenas de desaparecidos, sin duda una de las peores tragedias registradas en Quintana Roo, de donde muchas historias de dolor y sufrimiento, pueden ser contadas aún por las pocas personas que sobreviven hasta estos días o por nuestros padres a quienes nuestros abuelos les contaron la enorme tragedia del pasó del Huracán Janet, por nuestro Chetumal, pero hoy amables lectores quiero compartir con todos ustedes, una anécdota de ese trágico día del 27 de Septiembre de 1955.

Mi abuela de nombre Justina Villamil Polanco en días previos al impacto del Huracán, Janet, era una jovencita llena sueños e ilusiones propios de cualquier adolescente y más aún ante la proximidad de la celebración de sus XV años de vida, en ese entonces mucha gente Chetumaleña en su mayoría de clase baja que vivía al día donde la principal fuente de empleo era la madera, la copra y en menor cantidad el comercio, según cuenta mi abuelita qué días previos se había avisado de la llegada de un Huracán de nombre Janet y que afectaría Payo Obispo, hoy Chetumal, aproximadamente como el día 22 de Septiembre pero ese Huracán jamás llegó y ante la falta de información y difusión en esos tiempos, no existía grandes boletines meteorológicos, pocos chetumaleños contaban en esos días con un radio transmisor para escuchar la señal de Belice, no existían los sistemas modernos de meteorología como con los que contamos hoy en día, muchos habitantes se confiaron y cuando se volvió a emitir la alerta de la llegada del Huracán simplemente no hicieron caso al rumor, pues ya había ocurrido que a la mera hora, el Huracán esperado se desviaba y se alejaba, pero en esta ocasión el rumor era cierto, Janet se acercaba a Payo Obispo, pero mi abuelita que exactamente ese día del 27 de Septiembre cumplía sus XV y los celebrarían en familia pese a la advertencia de Ciclón, pues cómo muchos, decían luego se desvía, pero en está ocasión esté Monstro que marcaría para siempre nuestra Ciudad si impactaría con toda su furia y causará decenas de muertos, hasta estos días sin una cifra exacta.

Mi abuelita Justina Villamil Polanco, no pudo tener su tan anhelada fiesta de XV años y quedaría marcada por la tragedia en una fecha tan especial para ella, pero el destino siempre tiene deparada una sorpresa para cada uno de nosotros, una nueva historia y como dice el dicho hoy podrás llorar, pero mañana sonreirás, y fue precisamente lo que le ocurrió a mi abuelita “justi” pues con el paso de los años se casó con mi abuelito el Sr Benito Urbina Jacobo (q e.p.d) dónde procrearon 7 hijos, Soledad, Bertha, Francisco, Benito, Ernesto, Margarita y Juan, sin duda la llegada de los hijos es una felicidad aparte, pero para mi abuelita “justi” el Huracán Janet aún con los años le tenía deparada otra sorpresa, y sería precisamente un 27 de Septiembre, qué mi abuelita Justina, daba a luz a mi tía Margarita, que sin duda llegaba para llenar de felicidad el hogar de mi abuelita y es por eso a 63 años del Huracán Janet muchas historias cómo estás aún estar por llegar, hoy mi abuelita Justina celebra sus 78 años de edad y mi tía Margarita otros más, sin duda el Huracán Janet quedaría marcada para siempre en la historia de nuestra Ciudad de Chetumal, por cierto pese a qué mi abuela es una de las pocas sobrevivientes de tan fatal día, y más por la fecha de su cumpleaños y lo que significaba para ella, fue hace unos años que recibió un pequeño detalle de alguna autoridad y fue precisamente Eduardo Espinosa Abuxapqui, quién le envío a su domicilio un enorme ramo de flores, pues muy pocos chetumaleños recuerdan




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