FEMINICIDIO DE REBECA SANCHEZ EN CHETUMAL HACE 2 AÑOS, EN EL COMPLETO OLVIDO

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A más dos años y ocho meses del presunto feminicidio de Rebeca Sánchez Damián, ocurrido en Chetumal, no hay deslinde de responsabilidades.

Hubo complacencia de diversas autoridades para permitirle escapar, denunciaron familiares de la supuesta asesinada.

El 29 de abril del 2016 fue hallada en un camino aledaño al Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) 11, la osamenta de una mujer parcialmente calcinada y devorada por fauna silvestre.

Días después fue identificada como Rebeca Sánchez Damián, la cual falleció por traumatismo craneoencefálico. El responsable nunca fue identificado, según el expediente PGJE/QR/CHE/DCVSP/08/128/2016.

Jacinta López Zacarías, José del Carmen Sánchez Zacarías y Limantour López Damián, familiares de la asesinada, recriminaron lo anterior, puesto que autoridades de la Armada de México y ministeriales permitieron el escape del presunto responsable, J. S. V. A., oficial de la Marina, quien era esposo de la difunta.

Sánchez Zacarías denunció que tras el hallazgo del cadáver de su hija, agentes de la Policía Ministerial le localizaron para pedirle dinero para “agilizar” la investigación y detener al responsable.

Como no accedió, las indagatorias no avanzaron y el responsable tuvo tiempo de huir. Inclusive, pudo vender las pertenencias y el vehículo de la ultimada.

Con su familia realizó investigaciones al respecto y encontró testigos de vecinos que aseguraron que días antes del hallazgo de la osamenta, durante la madrugada la víctima gritaba intensamente pues era objeto de violencia. Desde ese entonces no se le volvió a ver.

Tras el hallazgo de la osamenta parcialmente calcinada en una maleta, análisis de ADN determinaron que correspondía a la desaparecida.

Los familiares afirmaron que durante la discusión J. S. V. A. mató de un golpe en la cabeza a su esposa y luego le sacó envuelta con un mantel, en una maleta, y le llevó a tirar atrás del CBTA 11, donde le calcinó y dejó entre la maleza. Los animales silvestres se comieron lo que no alcanzó a consumir el fuego.

Aunque de manera indirecta, los tres hijos se percataron del hecho, pero fueron reprimidos por su papá, según los denunciantes.

Familiares de ella acudieron a la XI Zona Naval Militar pero el encargado jurídico les negó información, denunció Sánchez Zacarías.




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