SANTIAGO URBINA.-
Todos los días del año, bajo los fuertes rayos del sol, lluvia o todos los días del año, bajo los fuertes rayos del sol, lluvia o cualquier otra condición climatológica, los productores y vendedores de piñas y otras frutas que ellos mismos cultivan en el Poblado, Pedro Antonio de los Santos, ubicado en el Municipio de Bacalar, exponen diariamente sus vidas para llevar el sustento a sus familias, dichos productores ambulantes quiénes ofertan sus productos por toda la carretera federal que atraviesa su poblado, se exponen en demasía pues no cuentan con las medidas de seguridad ni chalecos reflejantes los cuales los ayude a ser visibles, ante las miradas de los conductores quiénes transitan dicho tramo y que incluso a cobrado la vida de algunos vendedores como el ocurrido meses atrás cuando una camioneta arrollo a un jovencito quién ofrecía sus productos, puesto que muchos de estos conductores vienen cansados o semidormidos después de largas horas tras sus volantes, en ocasiones que muchos automovilistas transitan este tramo, estos humildes vendedores incluso atraviesan la carretera corriendo para ganar un cliente sin la más mínima precaución, la venta está dura y hay que ponernos abusados para que no se nos quede la venta, indica un jovencito de nombre Francisco a este portal informativo ReporterosdeBanqueta.com. otra condición climatológica, los productores y vendedores de piñas y otras frutas que ellos mismos cultivan en el Poblado, Pedro Antonio de los Santos, ubicado en el Municipio de Bacalar, exponen diariamente sus vidas para llevar el sustento a sus familias, dichos productores ambulantes quiénes ofertan sus productos por toda la carretera federal que atraviesa su poblado, se exponen en demasía pues no cuentan con las medidas de seguridad ni chalecos reflejantes los cuales los ayude a ser visibles, ante las miradas de los conductores quiénes transitan dicho tramo y que incluso a cobrado la vida de algunos vendedores como el ocurrido meses atrás cuando una camioneta arrollo a un jovencito quién ofrecía sus productos, puesto que muchos de estos conductores vienen cansados o semidormidos después de largas horas tras sus volantes, en ocasiones que muchos automovilistas transitan este tramo, estos humildes vendedores incluso atraviesan la carretera corriendo para ganar un cliente sin la más mínima precaución, la venta está dura y hay que ponernos abusados para que no se nos quede la venta, indica un jovencito de nombre Francisco a este portal informativo ReporterosdeBanqueta.com.
